¡Bienvenidos a Donde me lleve el viento!

Mi nombre es Stefy, soy la autora de la marca y el corazón que late detrás de este sitio web. ¿Primera vez en la página? Te preguntarás ¿de qué se trata? Te invito a tomarte unos minutos, poner el agua para el mate y leer este post donde te cuento quién soy y cuál es la esencia de este espacio!

Emprendedora, escritora amateur y amante de la vida al aire libre. Al igual que vos, me apasiona viajar y cada vez que lo hago siento esa mezcla de emoción y plenitud que me augura una nueva aventura, el descubrimiento de un lugar inexplorado o el calorcito a hogar al volver a esos lugares que amo y me transportan.

En el 2014, luego de emprender un viaje sola de mochilera por la Patagonia Argentina, comencé a desarrollar mi emprendimiento. Quería hacer algo que impulsara a las personas a viajar, a soltar los miedos y reencontrase con su voz interior.

Viajar sola había abierto un universo nuevo de posibilidades delante mío, me había nutrido por dentro y quería contagiar a otros en ese camino. Así fue como nació este hermoso proyecto.

“Donde me lleve el viento” es un viaje por los senderos de la vida. Representa la búsqueda de nuestro lugar en el mundo,
la conexión con nuestra casa interna y con algo más grande aún como es la pachamama.

Como lo que me conecta y me apasiona son la escritura y los viajes, el primer proyecto de la marca es un cuaderno de viaje donde te invito a ser la/el protagonista de tu próxima aventura. A lo largo de sus páginas encontrarás una guía y consejos prácticos para organizar tu viaje, como así también, un espacio donde atesorar esos momentos y lugares mágicos que queres recordar por siempre.

La elección de un cuaderno de viaje como producto de la marca no fue azarosa. Cuando comencé a organizar mi viaje por la Patagonia lo primero que hice fue armarme un cuaderno de viaje casero donde pegué mapas, transcribí frases y me anoté información de los destinos que iba a visitar (cómo llegar, dónde dormir y qué cosas no podía dejar de hacer estando allí). Las páginas se iban engrosando con consejos de amigos, lecturas de blogs de viajes y grupos de Facebook. También iba registrando todo lo que sentía y lo que me iba sucediendo mientras planificaba el viaje (encuentros inesperados, sincronicidades, miedos, alegrías).

Desde el primer día ese cuaderno se convirtió en mi compañero, mi cómplice y mi confidente; me dio seguridad y me ayudó a afrontar que por primera vez iba a salir al mundo para viajar sola.

A lo largo y ancho de ese primer viaje y de ahí en adelante descubrí como la escritura se había transformado en una herramienta sanadora y de autoconocimiento para mí. Por eso sentí que mi forma de empoderar a las personas e invitarlos a emprender un viaje interior sería habilitando el espacio para la palabra a través del diario.

En diciembre de 2015, tras mucho amor, trabajo e impulso de las personas que están a mi lado, salió a la venta el primer cuaderno de viaje de la marca. Y un año después, nacieron 3 nuevos diseños: el cuaderno de viaje de Argentina cuya misión es impulsar a las personas a viajar por nuestro país y a descubrir sus tesoros, un cuaderno de Europa, otro de Asia y un diseño mapamundi, universal para cualquier destino al que viajes.

Los cuadernos de viaje no son guías de viaje ni relatos de mi vivencia personal sino que son cuadernos que te ofrecen herramientas para que puedas organizar y atesorar tu viaje. 

Hoy en día, también cuento con una línea de cartucheras y neceseres de viaje ilustrados, stickers para decorar tu cuaderno y tus objetos y sentirte siempre de viaje, y distribuyo las  guías y mapas de la editorial De Dios, una editorial argentina líder en el sector de turismo. Antes de despedirme, me gustaría compartir con vos estas dos frases que me acompañaron durante la gestación del proyecto.

A veces es difícil ver más allá de nuestra situación actual y soñar alto, escucho muchos proyectos e ideas maravillosas que quedan encarpetadas o debajo de la alfombra porque sus autores no se animan a hacerlo, porque ven solo sus limitaciones o no creen en el potencial de su idea.

Muy pocos creían en mi proyecto cuando empecé a soñarlo y a darle vida. Sin embargo, yo sentía un llamado muy interno que me decía que iba por el camino correcto, lo hacía por pasión, y hoy en día me vibra el alma de emoción cuando recibo los hermosos comentarios de quienes lo descubren en una librería, una tienda de diseño o en la web. Por eso, creo que cada uno de nosotros tiene que ser su propio impulsor de vuelo, creer y confiar en sus ideales y sus proyectos, porque TODO es posible!!! Todos podemos, no hay nada ni nadie en contra de un sueño como dice Hernán Zapp.

¡Deseo que el camino te sorprenda con su magia!

Te abrazo y te veo allí a donde te lleve el viento…